En Chile, según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENS), una de cada cinco personas ha tenido una enfermedad mental durante el último año; siendo nuestro país el segundo a nivel mundial, con más años perdidos por discapacidad (36%) y el tercero por discapacidad y muerte prematura (21%). Esta misma encuesta, muestra además, que un 6% de la población nacional ha sufrido de depresión.
Si lo anterior, lo extrapolamos al ámbito laboral donde las demandas son constantes y la presión por alcanzar objetivos es alta, es fundamental reconocer los riesgos potenciales para la salud mental de nuestros colaboradores.
Por lo tanto, dentro de este contexto, ¿Qué se entiende por Salud Mental en el Trabajo?. Podemos encontrar distintas definiciones y todas ellas se refieren al estado de bienestar psicológico y emocional de los trabajadores dentro del contexto laboral. Incluye cómo se sienten y cómo manejan las presiones y demandas del trabajo, así como la capacidad para relacionarse de manera saludable con los demás, en su entorno laboral, por lo tanto, no sólo se considera como la ausencia de trastornos mentales. Una persona con una buena salud mental laboral, puede afrontar el estrés que le genera su trabajo de manera efectiva y mantener un equilibrio entre su vida profesional y personal.
Por el contrario, los problemas de salud mental laboral pueden manifestarse de diversas formas y afectar a los colaboradores de manera significativa. El Estrés laboral, por ejemplo, es una de las formas más comunes de problemas de salud mental en el trabajo. El estrés crónico puede surgir debido a la presión de cumplir con plazos, la carga de trabajo elevada, las expectativas poco realistas o la falta de apoyo y recursos adecuados. El colaborador también, puede experimentar ansiedad, derivada fundamentalmente de las presiones asociadas al trabajo. La depresión se presenta de manera frecuente bajo sentimientos de desesperanza, falta de interés en las tareas laborales, baja autoestima, fatiga constante y dificultades para concentrarse o tomar decisiones. Puede aparecer el “burnout” o “quemarse”, un estado de agotamiento emocional, físico y mental causado por el estrés crónico en el trabajo. Se caracteriza por sentimientos de cansancio extremo, desmotivación y falta de energía y entusiasmo por las tareas laborales. Otras problemáticas asociadas, pueden ser abuso de sustancias, problemas en los patrones de sueño, y conflictos en las relaciones interpersonales, por nombrar algunos.
La salud mental en el ámbito laboral es un tema crucial que, a pesar de su importancia, a menudo se subestima o ignora. En la búsqueda constante de productividad y eficiencia, las organizaciones frecuentemente desatienden el bienestar emocional de sus empleados, lo que genera repercusiones que van más allá de lo económico.
La personalidad abarca la forma en que pensamos, sentimos, actuamos y enfrentamos los desafíos cotidianos. Una salud mental positiva permite a las personas desenvolverse satisfactoriamente en la sociedad, gestionar el estrés diario, trabajar de manera productiva y contribuir a sus comunidades.
Una persona con buena salud mental puede experimentar emociones equilibradas, mantener relaciones saludables, adaptarse a cambios y manejar las tensiones diarias de manera eficaz. Por el contrario, los problemas de salud mental pueden afectar negativamente el pensamiento, el estado de ánimo y el comportamiento, interfiriendo con la capacidad de llevar una vida plena y satisfactoria.
Cabe destacar que la salud mental no se limita a la ausencia de trastornos mentales. Incluye aspectos como la autoestima, la capacidad de establecer y mantener relaciones saludables, así como la habilidad para gestionar emociones y enfrentar los desafíos de la vida de manera constructiva.
¿Se debe considerar la Salud Mental al interior de la Organización?
El trabajo no solo es una cuestión de supervivencia; también puede convertirse en una fuente significativa de estrés. Un entorno laboral de alta presión, caracterizado por una carga de trabajo excesiva y plazos ajustados, junto con altas expectativas, tiende a generar situaciones propensas a la aparición de problemas de ansiedad y depresión. Estos problemas no solo afectan la calidad de vida de los empleados, sino que también interfieren notablemente en la dinámica productiva y en las relaciones laborales.
En la actualidad, las organizaciones deben encontrar el equilibrio entre mantener sus niveles de producción y cuidar el bienestar de sus empleados. Aquellas que se enfocan en la salud mental obtienen beneficios significativos: empleados más comprometidos, menor rotación de personal y un entorno laboral positivo donde la colaboración es clave. Es fundamental que las organizaciones comprendan que preocuparse de la salud mental de los colaboradores no solo es un deber ético, sino también una estrategia inteligente para asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
Existen diversas formas de promover la salud mental en el lugar de trabajo. Esto incluye desde la adopción de políticas que fomenten el equilibrio entre la vida laboral y personal, hasta la implementación de programas de apoyo emocional o psicológico. Las empresas pueden realizar cambios significativos en la vida de sus empleados mediante la educación y concientización sobre los problemas de salud mental, lo cual ayudaría a eliminar el estigma asociado a estos temas y a fomentar un ambiente de apertura y comprensión.
Es crucial que los directivos y líderes participen activamente en la promoción de la salud mental. Esto implica no solo disponer de los recursos adecuados, sino también demostrar resiliencia emocional y equilibrio. Los programas de capacitación en habilidades blandas, como la comunicación efectiva y la gestión del estrés, pueden fortalecer tanto a individuos como a equipos, y promover una cultura organizacional más saludable y adaptable.
Garantizar la salud mental en el lugar de trabajo es una preocupación constante que se debe tener sobre los colaboradores y que no debe pasarse por alto. Al mejorar el bienestar emocional de sus empleados, las organizaciones no solo optimizan el desempeño colectivo, sino que también cumplen con su responsabilidad de cuidar a quienes contribuyen a su éxito.
El Porqué
Está comprobado que el bienestar de los equipos de trabajo tiene un profundo impacto en la productividad, disminuye además el ausentismo, reduce significativamente los problemas de salud física y mental, lo que impacta positivamente en reducción de los costos asociados a consultas y tratamientos médicos. En un mayor detalle podemos mencionar lo siguiente:
Impacto en el bienestar general: Pasamos una gran parte de nuestro tiempo en el trabajo. Si no se cuida adecuadamente la salud mental en este entorno, puede tener un impacto negativo significativo en el bienestar general de los empleados.
Productividad y rendimiento: La salud mental influye directamente en la productividad y el rendimiento laboral. Los empleados que experimentan problemas de salud mental pueden tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones o completar tareas de manera eficiente.
Ambiente laboral y cultura organizacional: Un ambiente laboral que promueve la salud mental crea una cultura organizacional positiva. Esto puede mejorar la moral de los empleados, reducir el ausentismo y la rotación de personal, y aumentar la lealtad hacia la empresa.
Costos económicos y sociales: Los problemas de salud mental no tratados pueden resultar en costos significativos para las organizaciones, tanto en términos de atención médica como en pérdidas de productividad. Además, impactan negativamente en la sociedad en general debido a la carga económica y social que conllevan.
Cumplimiento legal y responsabilidad corporativa: Existe una creciente conciencia legal y ética sobre la responsabilidad de las empresas para proteger la salud mental de sus empleados. Las organizaciones están cada vez más obligadas a proporcionar entornos de trabajo seguros y saludables, que incluyan la salud mental.
Equidad y justicia laboral: Promover la salud mental en el trabajo también es una cuestión de equidad y justicia laboral. Todos los empleados tienen derecho a un ambiente de trabajo que no comprometa su salud mental y que les permita desarrollarse profesionalmente de manera saludable.
Recomendaciones Generales
Siempre es bueno tener a mano y seguir algunas recomendaciones básicas para tratar de lograr un bienestar mental, ya sea en el ámbito personal como en lo profesional, es por ello te dejamos las siguientes recomendaciones que creemos podrían ser de ayuda:
Establecer límites claros: Define claramente tus horas de trabajo y tiempo personal para mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
Comunicación efectiva: Asegúrate de comunicar tus necesidades y preocupaciones de manera efectiva con tus colegas y supervisores. Esto puede incluir la necesidad de ajustes en la carga de trabajo o en el ambiente laboral.
Practicar el autocuidado: Dedica tiempo regularmente a actividades que te ayuden a relajarte y recargar energías, como ejercicio físico, meditación, hobbies o tiempo con amigos y familiares.
Establecer metas realistas: Fija metas alcanzables y divide proyectos grandes en tareas más pequeñas y manejables para reducir el estrés y la sensación de estar abrumado.
Fomentar relaciones positivas: Cultiva relaciones positivas en el trabajo. Tener un buen soporte social puede ayudarte a manejar mejor el estrés laboral.
Aprender a gestionar el estrés: Desarrolla técnicas efectivas para manejar el estrés, como la respiración profunda, la visualización o técnicas de relajación muscular.
Tomar descansos regulares: Asegúrate de tomar descansos durante la jornada laboral para desconectar y reponer energías. Incluso unos minutos pueden marcar la diferencia.
Buscar apoyo profesional si es necesario: Si sientes que tu salud mental se ve afectada significativamente, considera buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o consejero.
Promover un ambiente de trabajo saludable: Contribuye activamente a crear un ambiente de trabajo que valore la salud mental de los empleados, promoviendo la empatía, el respeto y el apoyo mutuo.
Educar sobre salud mental: Aprende sobre salud mental y promueve la conciencia entre tus colegas. Cuanto más se comprenda y se apoye la salud mental en el lugar de trabajo, mejor será para todos.
Es hora de reconocer que tener colaboradores “mentalmente saludables” es un imperativo en el entorno laboral actual.
Si tienes dudas acerca de como enfrentar estos temas en tu organización nos dudes en contactarnos, en Nobilis con su área de Capital Humano, estamos seguros que podemos ayudarte y ser un aliado estratégico en esta importante temática que debe estar presente en el entorno laboral.